Junto al féretro de su esposo y acompañada de sus hijos, la imagen de la presidenta Cristina Fernández, dio marco al clima de emoción que se vivía en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa de Gobierno.

A la mandataria se la pudo ver emocionada, por momentos, en especial cuando la gente del público que pasaba frente al cajón cubierto por la bandera argentina se expresaba a viva voz y aplaudía. Pero también se la vio hablar con familiares, amigos y funcionarios.

En algunas oportunidades se acercó a saludar a personas que marchaban en la larga fila junto al cajón, hizo gestos y sonrisas a otros y agradecía con una mano en el corazón. Pero los abrazos fueron también los hechos que mejor simbolizaron esos momentos de emoción.

Uno muy afectuoso de su hija en un instante en que las lágrimas parecían llegar a la presidenta detrás de sus anteojos negros. Los de Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto; los de los presidentes latinoamericanos que se acercaron a saludarla. El de Diego Maradona, que también pasó por el salón.