La renuncia de Claudio Borghi no se anunció en el vestuario visitante del Monumental (se le había pedido especialmente, aun antes del partido, que no lo hiciera allí), tampoco en algunos de los ámbitos boqueases, pero ya es un hecho.
Algunos dirigentes la confirmaron off the record al retirarse del estadio después de la derrota y dijeron que este miércoles por la tarde se haría una conferencia de Prensa en Casa Amarilla para anunciarla. Probablemente ni siquiera participe de ella el principal afectado.
Fuentes citadas por varios medios en forma no oficial señalaron que en los vestuarios, Borghi les confirmó a los jugadores y dirigentes su dimisión, pero al salir, ante la prensa se limitó a decir “mañana hablamos”. El presidente Ameal habría tratado de convencerlo de seguir, pero sin éxito.

Ya hay varios nombres para remplazarlo en los mentideros xeneizes: Julio César Falcioni, actual técnico de Banfield, que estuvo en la cancha presenciando el clásico; un histórico de Boca, Blas Giunta, actual técnico de Almirante Brown en la Primera B Nacional; otro histórico, el mellizo Guillermo Barros Schelotto, que condicionaría su llegada al retiro de Riquelme; y el eterno candidato boquense (aunque últimamente se sigue negando), Carlos Bianchi.
Sin embargo, el candidato seguro, al menos en forma interina hasta que se tome la decisión de designar un técnico definitivo, sería Roberto “Tito” Pompei, el entrenador de los juveniles. Pompei fue citado ayer mismo para que conduzca el entrenamiento del plantel mayor.
La actual gestión presidencial de Boca, encabezada por Jorge Amor Ameal, sigue sumando contratiempos, y en los pasillos de la Bombonera se habla de sus responsabilidades: durante su gestión (que comenzó casi de casualidad tras la muerte de José Pompilio) sólo ganaron un torneo (Apertura 2008). Se le critica además el paso de cinco entrenadores que no tuvieron éxito, el contrato, para algunos extorsivo, de Riquelme, el pasivo en las arcas del club, y a eso se le suman las internas de los jugadores (identificadas con las personalidades de Palermo y Román).
En River, la situación no es mucho mejor, pero el gol de cabeza de Johnatan Maidana dejó todo en un segundo plano: la crisis, ahora, es de Boca.